En una pequeña ciudad de marruecos alejada de la civilización existía un niño llamado, Abdel Salam, su nombre en español significaba sirviente de la paz. Este era un niño muy pacifico de tan solo cuatro años. Pero su ciudad estaba en guerra con la ciudad vecina. Por ello, Adbel Salam y toda su familia tuvieron que emigrar a España. Pero no fue tan solo por las guerras de su `país que tuvieron que huir de él. También fue por que en su país obligaban a los niños a trabajar, abundaba la pobreza, había enfermedades muy contagiosas a la vez que muy peligrosas, escaseaban los alimentos y el agua, los ricos y los gobernantes abusaban y explotaban a los pobres,…etc.
Es decir, debemos de dar gracias a que tenemos todas estas comunidades y más en nuestras ciudades o pueblos.
Adbel Salam junto con su familia tuvo que emigrar a España, pero tan solo estuvo allí cuatro años, ya que Adbel Salan se dio cuenta de que a lo único que jugaban los niños de su edad era eso, de lo que el huía, las guerras. También, volvió a emigrar porque la crisis y el parao empezó a aumentar. Por lo que Adbel Salam y toda su familia volvió a emigrar pero no a su país sino a Japón.
Allí, en Japón aprendió muchas cosas, ya que los japoneses/as tiene un amplio conocimiento y un gran recibimiento con los inmigrantes. Allí, Abdel Salam estudio ingeniería informática hasta los 28 años. Los japoneses les enseñaron letras, números, informática, naturaleza,…etc.
Pero Adbel Salam le enseño a los japoneses cosas muchos más importantes como la solidaridad, el reciclaje, la generosidad, ser pacifico,…etc.
Adbel Salam junto con su familia y su novia japonesa Ai, en español amor, inmigraron a España ya que en Japón hubo un gran terremoto que origino un tsunami, así creando una catástrofe nuclear, del cual Abdel Salam , su familia y su novia sobrevivieron. Pero no toda su familia, ya que sus dos hermanos uno mayor y otro menor que él murieron por el tsunami cuando nadaban en la playa.
Como ya dije antes Adbel llevo a su familia y su pareja a España. Abdel se dio cuenta de que allí estaban igual que cuando era pequeño. Los niños jugaban a las peleas y a las guerras y los mayores peleándose por los problemas políticos, que en verdad era culpa suya por no saber dialogar y que además, era una mala influencia para los niños desde tan pequeños. Ya que empezaban a preocuparse por los problemas políticos y eso no les dejaba disfrutar de su infancia, ni relajarse por lo que siempre estaban agobiados y de mayor acabarían como sus padres y madres, preocupados por problemas políticos.
Como un niño que conoció Abdel Salam, cuando tenía tan solo 7 años, llamado Luis, que estaba siempre diciendo que si nos van a quitar eso, que si nos van a poner mucho de lo otro, que si eso está muy mal, que si eso se podría mejorar, etc.
Fin.